Análisis Steelrising

El estudio francés Spiders está teniendo mucho protagonismo estas semanas, la que hoy nos ocupa tiene que ver con el lanzamiento de Steelrising, su última obra. Por otro lado, se ha confirmado que Greedfall II está en desarrollo, la continuación de su juego más exitoso hasta la fecha, aunque puede que Steelrising tenga algo que decir a ese respecto.

Perfectamente podríamos decir que Steelrising es a Dark Souls lo que Greedfall fue en su día a The Witcher 3. Y es que Spiders, con el sello de Nacon a la espalda, nos trae un título que imita las mecánicas que hicieron grandes a los juegos de From Software. Algo que ya en su día hicieron con Greedfall, fijándose en el género más exitoso del momento, tocando con su propia partitura y dando su visión al género en cuestión.

Liberté, Égalité, Fraternité

La ambientación del título nos sitúa en una París alternativa, donde el rey Luis XVI, en plena Revolución Francesa, ha creado un ejército de autómatas mecánicos para librarse de sus opositores. La ciudad está sumida en el caos absoluto, con las máquinas sembrando el terror entre los ciudadanos. Los valientes soldados de la Guardia Nacional que combaten en la resistencia no pueden hacer nada al respecto con tamaño enemigo. Tras una pequeña introducción donde se nos presenta a algunos personajes, conocemos a nuestra protagonista, también autómata, Aegis, bailarina y guardia personal de la reina Maria Antonieta.

Como guardiana al servicio de la reina, tendremos que abrirnos paso por los distintos barrios de París para cumplir su misiva. Por el camino conoceremos a un buen puñado de personajes históricos del momento, lo que suma bastante al interés del jugador. La otra gran protagonista del título es sin duda la ciudad, ya que la ambientación y el diseño artístico es el aspecto mejor y más trabajado del título. Visitaremos todas las zonas y barrios que tuvieron protagonismo en ese momento de la historia del país vecino. Entre otros, Versalles, Les Invalides o Las Tullerías, con sus distintas calles, plazas y palacios reconocibles pese a su aspecto alternativo.

Otro aspecto a destacar de su ambientación es la narrativa y el ritmo al que todo se sucede. Aquí tenemos un argumento mucho menos críptico que un Souls, con multitud de escenas de vídeo y conversaciones con personajes donde se va desgranando toda su narrativa. Sin duda, una puesta en escena que acapara toda la atención del jugador y es el gran valor de Steelrising.

¿Un «soulslike» más?

A todas luces, Steelrising no se corta un pelo en imitar mecánicas ya vistas en multitud de ocasiones. Una dificultad exigente, sin llegar ni mucho menos a las cotas de Dark Souls o Sekiro. Un tipo de recompensa («ánimas») que obtenemos matando enemigos y que será nuestra moneda de cambio para subir niveles, comprar objetos y mejorar nuestro equipamiento. Y, efectivamente, unos lugares, a modo de «hogueras». Aquí son llamados «vestales», y es donde podremos descansar y guardar, tras lo que los enemigos de la zona reaparecerán. Nada que a estas alturas nos pueda sorprender, aunque el título intenta poner de su parte para diferenciarse.

La exploración de su entorno es más lineal que otros juegos del género, algo no necesariamente malo, pues es sorprendentemente satisfactoria. El título consigue un ritmo más ágil con estos escenarios más cerrados, donde además nos encontraremos con zonas de plataformeo. Aquí la frescura la aportan el botón de salto o herramientas como el gancho. A pesar de sus esfuerzos, no dejas de tener la sensación de haber jugado a esto en algún momento. Si eres experto en este tipo de temáticas, de un rápido vistazo te darás cuenta de que si te metes por ese callejón habrá una recompensa al final del mismo, que si abres esa puerta te llevará a un atajo o que tras ese murete hay un enemigo escondido.

En resumen, no le falta nada de lo que se le pide a un RPG de acción de este tipo. En primer lugar tenemos un buen número de misiones principales y secundarias interesantes de realizar. Varias opciones de armamento, distintos tipos de «builds», y efectos alquímicos como fuego, electricidad y escarcha, que vienen a ser el sustituto de la magia en este universo. No son menos importantes, para poder llamarse «soulslike», los encuentros con bosses y minibosses respectivamente. Estos aparecen en una cantidad y a un ritmo medido con acierto. Por último, el juego tiene una opción que podríamos llamar el «modo fácil», para los que quieran disfrutar de su historia sin tener que enfangarse demasiado en ciertas zonas o jefes.

Luces y sombras en lo técnico

En cuarto a su apartado técnico, nos encontramos con aciertos y con algún problema que puede molestar, pero sin llegar a lastrar la experiencia. El título nos da la oportunidad de elegir con el siempre agradecido selector de rendimiento, siendo en este tipo de juegos innegociable el apostar por los 60fps sacrificando algo de resolución. El título en general luce cierta falta de pulido en algunos aspectos, y nos podemos encontrar diferentes bugs. En mi partida, me he encontrado con enemigos que no mueren, personajes trabados o flotando, y algunos problemas de cámara en lugares estrechos. Nada a mi parecer que no se soluciones con posteriores actualizaciones.

No es un título que destaque por su asombroso apartado gráfico, más bien pone toda la carne en el asador en su diseño artístico y ambientación. Cumplidor sin más en este aspecto. En cuanto al sonido, aquí podemos esperar un apartado que Spiders siempre ha cuidado mucho, dotando a sus títulos de una trabajada y cuidada banda sonora. Los efectos de las partículas también están bien representados, fuego, electricidad o escarcha, al igual que el choque de las armas.

En definitiva, Steelrising…

Spiders, con Steelrising, viene a poner su granito de arena en la ya alta montaña que supone el género «soulslike». El título quiere diferenciarse de otros contendientes aportando una soberbia ambientación, y algunas mecánicas agradecidas. La exploración de sus entornos es altamente satisfactoria, el salto y el gancho aportan variedad. Por otro lado su combate resulta algo repetitivo y falto de encanto, incluyendo los «bosses», viniendo de donde venimos. Es una posición valiente, lanzar un «soulslike» el mismo año que el rey de los «soulslike» ha lanzado su obra más completa y definitiva, y ciertas comparaciones pueden ser inevitables.

Aún así, creo que Steelrising merece una oportunidad de los jugadores amantes del género. Es un título que encuentra su lugar con su ambientación y su narrativa. Tiene una ajustada duración en torno a las veinte horas, y su «modo fácil» puede atraer a un público que quiere probar este tipo de propuesta sin muchas complicaciones. Si quieres leer más análisis como este y estar al tanto de toda la actualidad del universo Xbox, visita nuestra web, Área Xbox.

Muchas gracias al equipo de Nacon por facilitarnos una copia de este juego.

Steelrising

6.8

Gráficos

6.5/10

Jugabilidad

7.0/10

Sonido

7.0/10

Pro.

  • Ambientación sublime.
  • Una interesante historia que contarnos.
  • Un ritmo muy bien medido

Contra.

  • Combate algo justo en cuanto a posibilidades
  • Enemigos y bosses repetitivos y sin encanto
  • Algún bug puede sacarnos de la experiencia

Acerca del autor

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Madrileño residente en Vallecas. Amante de los gatos, la fantasía y la ciencia ficción. Me cuesta no jugar a todo lo que se me pone delante.

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